Ma Jose
Yo crecí en la puerta del Casino.
Yo limpié el escalón exterior de piedra nuestra con mis pantalones cortos zurcidos y parcheados por las manos maravillosas de mi madre.
Yo aprendí a no dejar caer el balón al suelo golpeando con él en la puerta del corral de los Giles millones de veces.
Yo jugué, corrí, salté, peleé, disfruté y aprendí el sentido de la vida en ése entorno que citas.
Yo te conocí en mis simulaciones retrospectivas aunque no hubieras estado nunca por las inmediaciones, aunque no hubieras nacido cuando narro ésas vivencias, o aunque hubieses nacido a miles de kilómetros, e incluso aunque no existieses siquiera.
Porque:
¿Cuándo se ha puesto en duda la existencia de un ángel?.
1 comentario
Pily E. -
Está confirmado,eres un zalamerón.
Un beso,guapo.