Valor añadido

Ya no sabemos cuánto valen las cosas.Los objetos que nos rodean han perdido, de pronto, el valor, y han pasado únicamente a costar un precio.

Solo lo antiguo y lo muy novedoso posee, y por breve tiempo, un valor fijo. Al resto de los objetos se les añade el valor efímero de la moda, una plusvalía agotadora y perecedera.

Las rebajas, las ofertas por internet, o en outles contribuyen a esa confusión. La sospecha de que alguién ha calculado el tiempo de vida de ese objeto se une a la desgana por arreglarlo, una vez estropeado. Es dificil tomarle cariño a una radio que nos ha acompañado dos años, a un teléfono que en meses queda anticuado y macizo en el bolsillo.

La relación con las cosas se ha enturbiado, y el modo fácil con que se prescinde de ellas remite a otras crueldades: ancianos en residencias, mirando a la pared  hora tras hora; galgos ahorcados cuando la temporada de caza ha terminado ( si, si, habeís leido bién , galgos ahorcados) ;actores invisibles tras el final de la serie de éxito. Nos hemos acostumbrado a emociones que no perduran, y que no pueden ser repetidas a no ser que lo que las despertó cambie. Cuando nos enseñan a percibir al otro como objeto, podemos cambiarlo. Y podemos ser devueltos.

¿Como medir el valor de las personas, y de los animales? Su salario, su casa, su coche, el prestigio de la calle donde viven, su raza, su pedigrí.

¿Como reivindicar el monto de lo que no puede evaluarse, como saber que pagar por los costes emocionales?

Solo cuando se ha perdido, el móvil, una persona amada, un amor no correspondido, un animal querido, duele ,de pronto , el precio.El real.

 

ESPIDO FREIRE ( ADN)

Buenas tardes, amigos.

Leed, y reflexionad.

Que paseís un buén fin de semana.

Un beso.