Blogia
barbacana

¿ Somos malas ?

Aún intentamos desbancar la idea de que una mujer pueda ser al mismo tiempo hermosa e inteligente, o féa y con derecho a la vida.Debiéramos dar un paso mas y pugnar porque el físico no importara en absoluto, pero me temo que yéndonos como nos va, aún estamos lejos de ello.

Leía yo el otro día una revista que entrevistaba con detalle y diversas indumentarias a una famosa miss, especialmente famosa y especialmente miss.

Esta chica, bellísima, hablaba de su trabajo, de sus expectativas y de sus opiniones sobre la vida. Resulta ese uno de los fines recurrentes de las revistas, uno de los mas chocantes : en una de sus observaciones, ella se consideraba una persona caprichosa.

Ser caprichosa, afirmaba, era una característica propia de mujeres, y si la apuraban, una de las esencias del alma femenina.

También lo eran la coquetería, la maternidad, y ser un poco malas. Sobre todo con otras mujeres.

Si hubiera sido un hombre el de esta solemne burrada, no hubieran faltado voces críticas, o eso quiero creer. Ha sido una mujer, y eso le presupone cierto conocimiento de su género. Una mujer bella por añadidura, y líbreme dios de criticarla. Yo no soy mala. Ni siquiera con las mujeres que se lo merecen.

Estamos acostumbrados a las frivolidades de la gente conocida ; lo estamos también a sus estupideces.

Por alguna razón desconocida, se les ha elegido para que representen la opinión y los sueños, la imagen y el estilo al que debemos aspirar.

¿ No habría nadie que les asesorara también en lo que han de callar ?

 

Espido Freire para  ADN

 

Buenos días a todos, y felicidades a los Antonios.

1 comentario

Porfi -

Que las verdades no tengan complejos.
Que las mentiras parezcan mentiras.
Que no te den la razón los espejos.
Que no te cierren el bar de la esquina.

Que los que matan se mueran de miedo.
Que el diccionario detenga las balas.
Que los otoños te doren la piel.
Que cada noche sea tu noche de bodas.
Que ¡nunca! se ponga tu luna de miel.

PD.- El Sabina me perdonará la licencia. Ése ¡nunca! que se le escapó.