Jamaica II
Continuando por esta isla, sorprende que existan tantos nombres en español, pero claro es que fue descubierta por Colón, y hasta que los piratas ingleses no se instalaron en ella, se hablaba en
nuestro idioma.
El complejo hotelero es enorme, pero después de un par de días,
a mí me gusta darme un paseo por el exterior. Mientras Jose estaba en su congreso, yo me fui unas pocas calles más abajo
para buscar algo más original. Antes tuve que convencer a un guardia del recinto, que metralleta en mano, trataba de hacerme
desistir de mi “excursión”.
El truco, consiste en llegar al mercadillo, y comprar y hacerte amiga, de una de esas señoras, enormes, con la piel brillante y
la risa eterna, regateas, compras un pareo, y después te presenta a un primo suyo, que hace unas tortugas de madera horrorosas,
a otro que hace pulseritas y añillos con la bandera jamaicana, ¡ y
como no! a varios personajes que tratan de venderte “de todo”.
De vez en cuando un “rasta”, que pide dinero, pero en plan tranquilo, en seguida tu nueva amiga lo espanta, pero ellos, que son muy pacíficos entonan el ¡no problem!, y todo aclarado.
Vuelvo al hotel, con velas de coco, y algo de artesanía que tendré
que tirar en Madrid por lo basto y feo, pero que me hará recordar
el té o la fruta que comí con ellos, que en realidad son los auténticos habitantes de la isla. Todo ello con la música de Bob Marley de fondo, a todas horas, pues para los “Rastafaris” es una auténtica religión, eso y su “maria”, para conectar con Dios, claro.
2 comentarios
Avelina -
y te vas al primer chiringuito, y pides : una piña colada, o un coco-loco, y ante mi asombro, el camarero enchufa mi vaso a un grifo-ducha, y en un segundo ¡ya está!, ¡Por favor!, ¿Cuándo me ha puesto el ron o la piña?¿y la rodajita de lima?
¡Esto no es lo que prometía!, pero bueno nos conformaremos con el paisaje, eso sí, los americanos van a sentarse en un taburete, y beber
hasta caerse de él.
Porfi -
Son ecos lejanos de fiesta y de paz.
¿Es rock?, ¿soul?, ¿blues?, ¿folklores nativos?...
cóctel delicioso, clama...¡Libertad!.