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barbacana

Tremendo mazazo.

Tremendo mazazo.

Gracias, Fernando.

Esto es el desastre más terrible que nadie se puede imaginar.

Están quemadas más de la tercera parte de las dos grandes islas. Y sigue…

Esto es muchísimo más importante de lo que dicen las noticias.

Todo desastre te dá la sensación de que tiene solución en el tiempo, o es como se le suele analizar cuando ves el cielo totalmente oscuro como si una plaga de tristeza lo cubriera abarcando toda la zona norte de ésta tierra que tanto quiero.

Es hecatombe, desastre ecológico, marabunta de fuego que deja la tierra calcinada a su paso, como después de una explosión nuclear.

Esto, como muy bien dices, jamás podrá ser ya nunca lo mismo.

Y después está el drama humano. Ayer estuvimos por la zona tratando de encontrar a amigos de Icod el Alto, por encima de los Realejos, sobre todo a mi amigo Cheno y a sus niñas y es imposible. Todo el mundo se ha trasladado a casas de familiares para no ver lo que queda de  lo que han conseguido en toda su vida de sacrificios y madrugadas.

Esto es lo peor que podía pasar, porque el agua, el viento, o el frío pues sí, te deja un tiempo jodido pero después a levantar lo derribado o secar lo mojado y a seguir. Esto es empezar de nuevo, pero empezar desde cero, de tierras calcinadas y destrozadas para muchos años y empezar con los cuatro duros que después les darán, sin calcular que son los esfuerzos de toda la vida, y que ha ido a suceder en el campo, donde vive la gente mayor con sus cuatro gallinas y dos cabras, donde vive la gente más pobre de la isla.

Es lo malo. El drama humano es el peor. El único que no se soluciona con dinero ni con abrazos. El que requiere paciencia, fé en lo que dios quiera y sonrisa fingida de que dá igual que ya levantaremos lo destruido, que ya plantaremos nuevos árboles, que ya germinaran nuevamente las flores de la tierra….. ¡y una mierda!.

Esto sí es una patada en el corazón.

Esto te hace ver la nimiedad de las mariconadas de la vida diaria.

Que pinché el coche, que me duele la cabeza  o que se me rompió la correa del reloj…..

 

Mañana nos vamos, todo está dispuesto desde hace meses, pero bien sabe Dios que lo hago con el alma encogida.

Gracias siempre Fernando, por estar al tanto del problema de ésta tierra y de sus gentes, tan buena gente y que tanto está sufriendo.

4 comentarios

Fernando -

Cuando el desastre tan enorme es dificilhacerse uno a la idea. Hace unos días paseaba con Lucy por el andador cercano al rio, por "la central y el cauce" como conociamos la zona y pude escuchar sonidos de pájaros que hacia tiempo que no escuchaba, el rumor de las aguas, el olor de las planrtas y la humedad del río. Salvando las distancias, esos bosques tendrian su olor, su color caracteristico y su vida interior que se ha perdido. No se que habrá sido de las especies animales y vegetales, la posibilidad de recuperación. Si ya antes la conservación de algunas especies era un milagro, dadas las dificiles condiciones de vida a que las sometemos, no se que ocurrira a partir de ahora.¡¡Ojala se persiga a los culpables hasta dar con ellos y por si acaso, declaren establezcan en la zona la prohibición de la especulación rampante de los grupos inmobiliarios que muchas veces aparecen detra de los incendios.
Buen viaje Porfi y Flor.

Jesús Serrano -

Las imágenes son sobrecogedoras.Es una pena que se llegue a estas situaciones, en gran parte, por falta de previsión.Estoy contigo en tu penar por esa tierra tan maravillosa.Recibe un abrazo.

Porfi -

No quiero ni pensar en lo que yo les haría.
Creo recordar que en el pasado hablé de la solución para los maltratadores...
Había una pequeña referencia a los que queman los bosques, pues aquí es hasta más grave porque están habitados.
No quiero ni pensar, porque hay sí, ahí sería el más intolerante de la tierra.

Avelina -

Porfi, todos estamos alarmados, de verdad que se te rompe
el alma de ver esos paisajes tan hermosos ardiendo, y que la
solución es difícil. En la Edad Media al que prendía un fuego
se le echaba a él, ¡¡no,no!! No pido eso, pero sería interesante
que la persona que lo hiciera, se viera obligada a apagarlo
sin tregua ni descanso, yo creo que se lo pensaría dos veces
la próxima vez.