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barbacana

Lucifer

¿Lo de siempre Sr. Casimiro?...

Sí, Manolo por favor y bien cargadito que me duermo si me siento.

Y ésta botella vacía de Kas… ¿ya anda el chico por aquí?.

Hace como media hora que le espera.

¿Y donde se ha metido ahora?.

Pues no sé, lo vi antes irse galería adelante hacia los servicios con un atillo al hombro, perdone Vd. pero, por la edad ¿eh?, que sino parecía un maletilla auténtico, de ésos de las capeas.

A qué te refieres…

Pues no sé, lleva el pelo con un remolino en la frente todo abrillantado, que me ha recordado a la Estrellita Castro en Suspiros de España, y ése atillo con algo dentro que parece que se va de tienta torera.

¡Mire, mire!…  por allí viene.

Abuelo, ya era hora que te retrasas más quel correo de Barcelona.

A ver, ven aquí , escóndete un poco detrás de la mesa y explícame ésa pinta que pareces… cualquier cosa.

¿Cualquier cosa?..

Sí, cualquier cosa. Qué me dices del pantalón de felpa del pijama… porque ése es el pantalón del pijama ¿no?.

Bueno sí.

¿Y ésa pañoleta de tu madre a modo de capa?...

Exacto la capa, vas adivinando.

¿Y las botas de agua, con el día de sol que nos ha caído?.

Vas bien, abuelo,  vas fenomenal…..

¿Y qué llevas ahí pintado en la camiseta con clarión? …¿una S?....

Exacto abuelo, una S, estás que te sales.

Y, y, bueno los calzoncillos por encima del pantalón ¿ésa es la nueva moda o qué?..

Anda que tienes una pintita de … bueno no quiero ni decirlo.

Abuelo, que casi lo habías adivinado ¡¡¡¡voy de SUPERMAN !!!!.

De Superquéééé….

Joder abuelo de Superman. El que arregla todos los problemas, el que soluciona los conflictos y demás averías internacionales, el que vela porque los terremotos no sean tan perjudiciales para las personas pobres, el que arregla las vías del tren … hasta con el tren encima, el que tapona los pantanos que se agujerean por cemento malo , el que..……

A ver,  y tú ahora quieres arreglar el panorama del mundo entero ¿no?...

Bueno, estoy empezando pero ya llevo dos obras buenas de caridad importantes.

Pues hombre, a ver si me las cuentas y lo veo interesante.

Bien, en primer lugar ayer, sin ir más lejos, le encontré el gato a la Sra. Pilar.. que andaba medio desaparecido.

Lo de medio no lo entiendo, pero….¿cómo lo encontraste?.

Pues encontrarlo fue otra historia. Todo empezó como hace cinco días.

Mi madre me mandó a buscar un palmo de longaniza al granero. Yo que subo y ¿sabes a quien me encuentro en ésa parte del granero, el de las cañas de los embutidos mondongueros?...

Exacto, allí estaba el Lucifer  intentando infructuosamente  llegar saltando a las longanizas.

¿Y qué pasó, qué hiciste?.

¿Yo?...nada. Como me conoce pues que se me acerca y me ronronea por los pies, y yo quieto,  que lo acaricio y lo cojo en brazos y lo meto en el otro granero, en el del trigo y allí cumpliendo penitencia que lo he dejado éstos tres días.

Joder, tú lo que eres un asesino. ¡Tres días sin comer, el pobre gato!.

Qué va, abuelo ¡son más listos que el hambre!, bueno o el hambre es lo que los hace listos… ¿sabes lo que se comió?.

Hombre sino me lo dices….

Pues cuatro peras de invierno de las que mi padre mete entre  el trigo para que se ablanden ¿sabes, no?... pues allí estaban los cuatro corazones.. y bien aprovechados, ¡bien replegadicos que los dejó!. Lo que no sé es cómo los encontró el muy lagarto.

Sigo pensando que eres un asesino de gatos en potencia.

Bueno abuelo, déjate de moralejas, que él venia con la mala intención de paparse las longanizas… ¿no?.. o porqué crees que le pusieron ése nombrecito.

Entonces, a ver,  que pasó con el gato.

Pues la Sra. Pilar que andaba medio llorando ¡Ay, el Lucifer, que no vuelve, que le tiran mucho las tetas, que tiene mucho poderío.. que hay mucha gata puta por el barrio!... Ay, ay, ay, que no me vuelve…..

¿Y tú….?

¿Yo?, yo más tranquilo que mareca. Dejando correr el tiempo que es lo mejor, cuando corre a tu favor…

A ver, explícate.

Pues que se lo dije bis a bis, en el patio, los dos solitos.  Sra. Pilar a quien le encuentre a Vd. el gato, por simple suposición… por lo menos un duro le daría ¿no?,  le lancé, así, como de refilón, como no apurando la jugada…

¿Y ella?....

Joder, abuelo, que menosprecié su cariño al gato… ¡que me había quedado corto!, que me larga así, sin presionarla ni nada que:  ¿Un duro?.... ¡Veinticinco pesetas le daba al que me traiga noticias del Lucifer!.

Entonces me pongo a negociar. Sra. Pilar por noticias sólo… veinticinco es que me parece que es como… demasiada pasta, yo creo que veinticinco ¡está bien!, pero con el gato en mano, enterito y sin heridas ni arañazos ¿eh? …que lo está Vd. tirando, joder.

¿Y…..?.

Pues que dejo pasar las cuatro horas de confianza, que me hago el remolón y que le entrego a la Sra. Pilar en mano y en su patio el gato sano y salvo, que me da los cinco duros y aquí paz y después gloria que dice la Mariamor,  la catequista.

Tú lo que eres es un estafador… Díces que lo encuentras y lo que haces es devolverlo, pues eso, ¡es un secuestro en toda regla!.

Abuelo, menos lobitos,…. que salió ganando, que si presiono un poco le saco 10 duros, que estaba que me comía en la mano.

Anda, anda, y ¿ése es el Superman que va a salvar el mundo?...

Abuelo, que como no espabiles se te come la carcoma, que esto va que vuela, que las cosas están para no perder ojo al enemigo.

A ver,  ¿y la otra obra de caridad que has apuntado?, porque como sea como ésta te voy a llevar al cuartel.

¿Ves….?.... el enemigo en casa. Ves como es mejor hacer las obras de caridad y no decir lo que has hecho, porque al final sale uno, casi siempre, medio cagao.

¿Lo vas a contar?...

Bueno, fue el carro del Sr. Paco, ya sabes ¿no?, el Catalino, el que vive enfrente. Pues que venía yo de cenarme una estupenda tortilla de patata de tres huevos, de las que me hace su mujer, la Sra. Gregoria y que cuando salgo a la calle antes de entrar en casa e irme a mear al corral que me digo ¡Hombre, voy a mear aquí al lado del carro y así me ahorro el ir al corral!.

Pues, hasta bien pensado.

Y cuando estaba regando la rueda que veo que se ha olvidado la cuerda del freno del carro, y ya sabes que últimamente se los están mamando que da gusto.

Y me digo, tengo dos opciones:  o subir a casa del Sr. Paco y decirle  ¡Sr. Paco que se ha olvidado de recoger la cuerda del freno!, y la ganancia es la cena que ya está medio digerida, y la otra, que es:  currártelo un poco, quitarla, recogerla en un lazo,  guardarla y cuando la busque pues…. bueno, negociar con él el rescate..

Pero ¡serás sinvergüenza!.....

Que no abuelo, que era para verte cabreao, ¡tomé la primera opción!.

Bueno, pero eso no compensa lo del gato ¿eh?... Ya te veo devolviendo a la Sra. Pilar los cinco duros.

Las cinco hostias, lo que se dá no se quita.

Manolo anda, ponle su Kas, pero si se va antes a quitar ése disfraz de defraudador y promete no salvar ni ayudar a ningún vecino más.

Vale abuelo, ¡eso está hecho!, te lo prometo.

¿Y la vestimenta?...... No, déjatela un ratito más, anda.

Yo creo que el que te vean con ésa facha es el mejor castigo posible.

   

PD.- Para Pili, Avelina y Daniel…

……nietos de mi abuelo, también.

 

(Oídme, la rima es totalmente accidental).

6 comentarios

Daniel Redondo Rojas -

Estimada Pili E., el placer del contacto epistolar, por breve que sea, será -pues- recíproco. No obstante, y, aunque no me pronuncie con más asiduidad, ten la certeza de que sigo tus escritos desde "muy cerquita".
Un abrazo, y gracias por haberme mostrado (ya llevas largo tiempo haciéndolo), la obra de Malinowsky.

Pily E, -

Daniel, es un placer leerte de nuevo.
Un abrazo.

Daniel Redondo Rojas -

Gracias estimado, por seguir deleitándome a través de esta maravillosa Página, de valor cultural incalculable, con las aventuras de aquel niño prodigio, que con el tiempo cristalizó en ese prodigio de hombre, al que todos cuantos han llegado a conocer, admiran y quieren por su altruísmo y bonomía. Y gracias -una vez más- por continuar revelándome de forma tan amena e ilustrativa, la sabiduría condensada de Casimiro, mi "Quinto Abuelo", a través de sus moralinas y consejas.

Pily E. -

Me hubiera encantado conocer de pequeño a ese mal bicho, pero encantador como todos los niños.
Aunque nos lo cuentas tan bien, nos recreas el tiempo y las costumbres tan bien, que a pesar de mi poca imaginación, es como si lo estuviera viendo.
No te dejes ninguna de tus historias en el tintero, haznos pasar con ellas ratos tan divertidos como este último.
Gracias.

´Porfi -

No, corazón, el otro era Raíño.
En algún momento de nostalgia te lo recuerdo....
bueno a ver sí....

Avelina -

¡Que negociador tan espabilao! este lucifer, ya había asomado sus uñas por
la pantalla ¿verdad?