Otro Londres
Después de analizar el Londres anecdótico y un tanto jocoso, hay que reconocer que existe otro Londres. Ese Londres educado que acoge a millones de gentes y que no les mira el color, que no pregunta y que siempre se muestra dispuesto a ayudar a sus visitantes ante cualquier duda. Tenía referencias del cosmopolitismo de esta ciudad pero solo allí me he dado cuenta que las 150 nacionalidades que se dice que la habitan quizás se queden cortas. En ello ha tenido mucho que ver el imperio británico pero quizás también una forma de entender la vida y las relaciones humanas. Si ahora nos rasgamos las vestiduras por que tenemos unos cuantos extranjeros aquí, es posible que con un paseo por Londres desaparecieran todos nuestros fantasmas. Es tan elevado y tan variado el número de asiáticos que difícilmente se puede saber de donde proceden. Algo parecido ocurre con los musulmanes. Realizo la precisión y diferencio de los árabes por que se adivina la práctica de la religión que resulta trasversal en una franja cultural y de países muy extensa. Como dato curioso en nuestro hotel encontramos en las mesillas una Biblia y el Coran. El cruce racial es tan preponderante que tuvimos ocasión de pasar por el Museo de las Ciencias naturales a la hora de la comida y cientos de escolares estaban en los jardines tomando un bocadillo: resultaba complicado encontrar niños rubios y de piel blanca en numero superior cinco en grupos de treinta. Quizás tengamos que enviar a alguien allí para aprender como lo han hecho para no repetir los mismos errores.
Ese Londres que cuida hasta el extremo sus extensísimos parques que sus ciudadanos respetan y utilizan hasta la saciedad. Pasean, hacen footing, descansan, leen, comen y sobre todo se nota que adoran.
Seguramente los londinenses se quejaran mucho de todo como en cada gran ciudad, creo que tiene 1600km cuadrados y seguro que mucha contaminación. A base de impuestos han eliminado el tráfico privado del centro de la ciudad y quizás por ello el trasporte público de superficie y subterráneo funciona a la perfección. También el tabaco ha desaparecido de los escenarios públicos con multas de hasta 2500libras.
Me llamó poderosamente la atención el Tamesis, un río extraordinariamente sucio pero que lejos de cortar Londres en dos, sirve de pegamento. La ciudad gira a su alrededor, museos, acuarios, empresas edificios públicos y privados de todo tipo con extraordinaria arquitectura miran al río. Esperemos que esa forma de entender el río sea la apuesta de Zaragoza, eso sí con un río menos contaminado.
De la Londres monumental que se puede decir, como todos los imperios el producto de sus conquistas y sus dominios. La City de Londres, la nueva y moderna Londres, refleja el poderoso imperio económico que se esconde tras sus cristales. Modernos edificios que te dejan con la boca abierta, tanto por su grandiosidad como por su complejidad arquitectónica.
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Fenando -