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barbacana

Soledad soleada.

Camino las calles y me distraigo obsevando el novedoso colorido de las camisas, la primicia de los brazos desnudos, las primeras sandalias libertinas.

Las faldas suben y los pantalones encogen; las terrazas ofrecen alegrías al aire libre. los abrigos quedan castigados en un rincón perdido.Comienza a calentar el sol.Todo parece distinto: la estación invita a relajarse, pero en el fondo todo sigue igual. Los rostros contraidos llevan colgado su silencio irrompible y su rutina intocable. Solo la primavera ha florecido en los grandes almacenes que alientan el consumo de las almas solitarias. Castigo y premio.

Leo en un diario que en Tokio regalan abrazos en las calles. Un grupo de voluntarios, tal vez tratando de frenar el alto índice de suicidios en un país que ha olvidado tocarse, se ofrece a regalar abrazos cálidos en un universo frío de distancias. El abrazo, un gesto tan sencillo, regala un sentimiento primigenio : sentirse protegido. Protegido que es igual a sentirse comprendido, amado y respetado.

No es una secta, ni pretenden vender ni comprar nada. Son jóvenes con ganas de cambiar un esquema que cada vez encierra mas al ser humano.

Quieren prevenir lo que viene : mientras en el Antártico se deshace el hielo, en los países desarrollados se congela el alma.

Ojalá no caigamos en la peor de las desgracias :la soledad helada.

Llueva, nieve o ventee, habría que sacar el alma al sol para que se caliente.

 

De ÁNGELA BECERRA para ADN.

Queridos amigos, buenos días a todos.

Abrazos a capazos (regalados )

4 comentarios

Porfi -

Un beso, corazon.

Pily E. -

Pero Cruz, corazón ¿donde te habías metido?.
Cuentanós algo , anda....
Besicos.

cruz -

Buenos dias Pily, Avelina, besos para las dos.

Avelina -

¡Precioso y cálido!, sí, en Japón son fríos y mantienen en todo momento
las distancias, pero creo que a los occidentales nos miran con envidia,
¡como si no iban a dar clases, para aprender a sonreír!. Su modo de
mostrar respeto, son las interminables reverencias, que tan violentos
nos ponen a nosotros.
Pero están cambiando, aquí a días, en el Retiro también los dan. Abrazos
también para ti.