Blogia
barbacana

Escribir ¿para quién?.

¿Inspirado, corazón?.

Llegas a casa y participas en éste proyecto.

No podía ser de otra manera, a mí me encanta hacerlo y tengo nuevas y antiguas cosas que contar.

Participas sí, y observas que en cada escrito que pones aparecen los comentarios que no fallan nunca.

Observarlo vosotros mismos, entre 1 y 2 que curiosamente son casi siempre de las personas que no fallan nunca. Sin nombres, sin apellidos, ¡solo hay que abrirlos y leerlos! Yo no he sido nunca un chivato. Yo he sabido siempre guardar los secretos.

Y te decepcionas porque intercambiar escritos con 5 u 8 que sabes que por trabajo y días ocupados no están ahí ahora, pero que también están, y también sin nombres, sería lo más fácil del mundo.

¿Me entendéis, no?.

Sería fatal que no me explicase bien, porque yo siempre hablo clarito.

  

Si fallas un tiro a puerta el primero que lo percibes eres tú.

¡Lo sabes desde el momento que la pelota sale volando del pie!.

Los espectadores todavía se quedarán un ratito con el ¡¡¡UYYY!!! en la boca hasta que el balón pase rozando el larguero y se vaya hacia la carretera, cuando tú ya hace rato que te has dado la vuelta, te has ido hacia tu territorio del campo que te espera y tratas de dibujar en los labios una sonrisa donde apenas se percibe un rictus severo y rotundo de perdedor desanimado.

  

He de reconocerlo.

Me siento llegar a casa cuando el avión enfila relajado y prudente el aglomerado de Islas que parecen flotar en el hervidero de nata-nubes-merengadas del pastel impresionante de las Canarias.

Parecería que se llega a ellas en un santiamén, ¡pues no!.

Primero pasas la Península, vengas de donde vengas, hasta salir por el golfo de Cádiz, tomas el mar al ladito de la costa africana y en unas dos horas comienzas a vislumbrar los 7 pasteles arenosos que emergen levitando como azucarillos sin disolver encima de un enorme y apetitoso capuchino.

¡Y ahí está mi casa!.

Es una sensación que sin darte cuenta descubres un dia, así, de sopetón.

Ya no están tus padres, ni tus abuelos, tus hermanos tan queridos ya tienen sus hijos y sus nietos y su vida plena, independiente y resuelta y los amigos han ído diluyéndose tiernamente en la neblina distorsionadora y envejecida de la memoria.

Solo te queda lo que sientes en el día a día pero siempre cercano, casi al lado.

Lo que recibes y lo que entregas continuamente, con agrado y con esmero.

Lo que compartes, lo que ríes, lo que lees y lo que escribes, lo que das.

Por eso en momentos tristes, solo queda lo que eres.

¡Y la memoria!.

Bueno…y la tristeza.

 

4 comentarios

Fernando -

Acabo de celebrar una cena entre amigos, 25 años de convivir en pareja, recuerdos, hijos, muchos ratos juntos, nos hemos divertido y mañana les acompañaremso de nuevo. Desde este aparato nos han acompañado Nancy Sinatra, Simon y Garfunkel, Bob Dylan, Paul Anka, Alejandro Sanz, el viejo Sinatra y otros mas. Pero sobre todo nos ha acompañado la amistad, una amistad fraguada durante 40 años. ¡¡Que bonito¡¡¡. Voy a apagar el aparato y me encuentro con otros amigos, viejos conocidos que han vuelto de un viaje, imagino que maravilloso,¡¡¡¡Bienvenidos a casa, a la vuestra y a la nuestra¡¡¡ Porfi, Flor, un placer.

Carmina -

Porfi y Flor ,feliz regreso.Hemos intentado escribir algo en tu ausencia y no te llegamos ni a la suela de la alpargata,es un placer leerte de nuevo.Abrazos, besos y apreturas.

Porfi -

Mi niña tú eres una de las personas por las que merece la pena escribir.
¡No lo dudes nunca!.
Un beso.

Ma José -

¡Hola Porfi!
En primer lugar, decirte que me alegro muichísimo de que ese "viajecito os haya ido tan bien.Ya veo que vienes con las maletas cargadas de experiencias y de emociones acumuladas en tu retina y demás sentidos.Tienes razón en qué tiene que ser un poco que te leamos y te leamos y nos carguemos de energias con tus vivencias y que no contestemos o demos las gracias, por compartir con todos,esa maleta con vistas a los paises que has visitado.Yo, no salgo mucho últimamente(aunque os voy leyendo)pues tengo el coco un poco bloqueado y prefiero ir leyendoos y distraerme un poquillo,que tener que escribir,ya que me resulta un poco de esfuerzo y no tengo ganas de hacer el más minimo.Sigue deleitandonos con el viaje (aunque sea egoista)que la imaginacion es libre,y así viviremos cada uno nuestro viaje paralelo, dejando volar libremente por un tiempo nuestra imaginación.
Besicos con sabor a este pueblo