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barbacana

A pasarlo bien....

A pasarlo bien....

Ya está aquí el sabelotodo, el conocetodo, el metosentodo….

Aunque a mí me tranquiliza saber que solo se lo preguntarán los que no me quieren, a los que no les gustan mis opiniones y mis anécdotas y creo que son minoría.

Entonces escribo para una mayoría que conozco y valoro.

Han aparecido personas estos dias que me retrotraen, como siempre, a ésa época juvenil e incluso bebenil que todos hemos pasado, pero que a unos parece que nos han marcado más que a otros, o que por lo menos no nos cuesta tanto recuperarla y exponerla.

DORA BUENO. 

De ahí, para empezar, ésa foto con una de las personas que más quiero de la tierra.

Todos la conocéis aunque quizá ninguno sepáis de nuestro cariño mutuo y de nuestras vivencias compartidas.

Las Hadas son atemporales, buenas, generosas, preciosas y permanecen siempre plácidamente resguardadas en el corazón de los demás.

Las Hadas no tienen edad.

Yo sí, ahí  aún solo tenía 14.

Era primavera de 1.965.  

Era la boda de mi hermano Vicente.  En diciembre ¡plas!,  los 15…

Por eso, un beso a mi Dora Bueno.

¡No!, mejor a mi Princesa, a mi ….. bueno….. ¡ella y yo sabemos!.

ENCARNITA LOS ARCOS. 

Esto tampoco lo sabiais ninguno ¡ya vereis!.

Bueno, ella sí. ¡Si lo sabré yo!.

Mamamos de los mismos pechos en una suerte de compartir vecindad y nacimiento.

Menos de una semana de diferencia arriba o abajo, aunque con dias, apenas se apreciaba en el lustror de aquellos rostros aterciopelados que se afanaban en succionar tanto de la Señora Encarna como de mi madre la savia calentita, dulzona y maravillosa del amor y de la vida.

He de decir no obstante que salió beneficiada. ¿De donde sino tiene ella esos ojos claros como hojas de lapislázuli, esa sonrisa eterna de angel satisfecho, ésa bondad de ensueño que te lleva a quererla hasta la muerte?.

Se llevó todo lo bueno de las dos, pero con tan pocos meses ¡como íba yo a darme cuenta de aquel atraco a mano armada!.

Allí juntitos tirando cada uno para su lado de los pechos de la madre del momento aprendí a esquivar las primeras patadas futboleras, a buscar el hueco para llegar más arriba y tratar de no quedarme descolgado, allí empecé a saborear y compartir el cálido alimento de los sueños y el futuro inminente, allí comencé a saber que lo mejor de todo es ser bien tratado y bien querido, entre pañales y braseros de carbón que configuraron los primeros meses de la vida.

Siempre me llamó “hermanico”. ¡Siempre!, y aunque me lo demostraba en el trato ya juvenil, a mí me gustaba escucharlo porque rellenaba con creces la sutileza precoz de las carencias de una hermana.

¿CASIMIRO?  ALIAS. 

La memoria, es a veces, una columna nebulosa de imágenes que no se fija plenamente, aun cuando te va dejando pequeños rastros indelebles, que una vez recolocados te expone más o menos nítidamente la figura buscada.

No sé si es quien creo recordar aunque ¡me gustaría tanto que lo fuera!...

Me pasa con éste nombre. No me acordaba de que fuese Casimiro.

Quizá el nombre que más apareció en otros momentos felices de ésta página.

Quiero recordar a un joven, como de la edad de mi hermano Rubén,  o entre los dos con ésos 7 años que hoy no se notan, espigado, moreno, con el pelo largo y con flequillo de moda y que creo era hermano de la esposa del Sr. Aguirre, padres de nuestro amigo Eduardo, y que vivió unos años con nosotros.

Los recuerdos se pierden en la puerta del bar, en los aledaños del Casino, en mangüelas y enguirriadas por la Barbacana o el río, pero conservo una pequeña partícula de imagen al concentrarme en la recuperación, y es por ser muy buena gente y como dato fisonómico por tener algo en un ojo.

¿Sería una manchita?, o sería….

¡Dá igual si era o no así!. Recuerdo a aquel joven amigo y es suficiente.

Sea o no él, un fuerte abrazo.

  

 

Y LA HABITUAL REFLEXIÓN.

 

Casi siempre te encuentras a alguien que te lo pregunta.

Suele suceder en los viajes, en las pesadas muchas horas de aviones aunque a veces lo hacen hasta los amigos, al resguardo de una sobremesa o en ésas situaciones en que no se sabe muy bien de qué seguir hablando.

Porfi, ¿qué te llevarías tú a una isla desierta?.

Joder, y se quedan expectantes como si la preguntita fuese sencilla.

Y es verdad que se puede contestar de una certera tacada y salir del paso airoso.

Pues,… un libro:  la ciudad de los Prodigios de Eduardo Mendoza.

O un disco:  la primera Sinfonía de Mahler, el irrepetible Titán.

O una baraja española: para hacer solitarios.

O una botella de vino: para brindar al sol de la mañana.

 

Y cuando lo analizas, todo lo que has elegido es absolutamente mentira e imposible porque hoy, sin gafas, ya no podrías leer ése maravilloso libro ¿y cuando lo leyeses con esfuerzo ocular doscientas veces no te cansarías de repetirlo la doscientasuna?... y sobretodo si no habías pedido las gafas y ¡ya serían dos las peticiones!, y el disco ¿dónde narices lo escucharías si no habías pedido también,  previamente, un tocadiscos aunque fuese un pikut de aquellos antiguos….o las pilas?, y la baraja española ¿no terminarías tirando una a una las cartas al mar esperando que alguien las encontrase, reflexionase sobre el hallazgo… y te fuese a buscar?, y la botella de vino ¿cuánto dura una botella de vino cuando tienes tremendas gana de beber vino?....  o hay botellas de 100.000 litros y no me he enterado, y además…¡sin vaso! con lo bien que sabe el vino en una copa enorme de cristal esmerilado.

 

A mí me gustaría que me hiciese la pregunta un genio (o por lo menos mago), de ésos de las lámparas con forma de tetera plateada encontrada en la arena, que estuviese dispuesto de mi lado y que me preguntase simplemente, sin condicionantes de cantidad o calidad..  ¿qué te quieres llevar a una isla desierta Jefe, Mandamás y Dueño Mío?... ¡píde por ésa boquita de piñón!.

Ahí sí. Ahí empezamos a entendernos.

Porque inmediatamente me viene a la cabeza la Balsa de Piedra de Saramago para obviar una pequeña isla y pedir que fuese un enorme trozo de continente desierto convertido en balsa flotante al que yo iría llenando con las siguientes solicitudes:

 

a).-  Flor.

b).- Mis padres, mi sobrino Rubén ¡robado tan niño de nuestro lado! y mi abuelo devueltos a la vida y a la alegría.

c).- Mis hermanos y sus familias derivadas….. .

d).- Y el resto de las familias aragonesas, gallegas y canarias.

d dos).- Bueno, incluso a todo Aragón, Galicia y Canarias.

e).- A todas las Doras, Mercedes, Cruces, Pilis, Avelinas, Raqueles, Adelas, Andreas, Camilas, Nelys, Cristinas, Mábeles, Cármenes, Carminas, Mª Joses,  Mª Jesúses, Anas, Martas y Martitas, Rosas (también todas las rosas),….  y  Danieles, Juan Luises, Javieres, Carlos, Zetonios, Timos, Fernandos, Jesuses y Susos, Josés, Adolfos, Pacos… ¡y sus familias!,  bueno, reúneme a todos mis amigos ¡Esclavo Generoso!, piensa un poco,  por si se me cuela alguno.

f).- Y todos los peruanos castigados y zarandeados por los recientes aconteceres.

g).- Y todos los emigrantes que vienen a trabajar y a vivir en paz y con respeto.

h).- Y todos los hombres de buena voluntad de la tierra restante.

i).- ¡Ah!, y todos los libros escritos desde el Gutemberg.

j).- …Y toda la música compuesta hasta ayer mismito.

k).- Y una baraja para jugar al truque, al mus o al subastao.

l).- Y todos los vinos de Aragón para poder brindar por tanta felicidad.

 

¿Qué si me dejaría a alguien fuera?....

Joder, vaya pregunta más tonta.

¡Claro que sí!.

Pues a ver si me acuerdo:

 

1).- A los maltratadotes de mujeres y de niños.

2).-  A los especuladores del suelo y el trabajo de los otros.

3).- A los que no miran a la cara cuando hablan.

4).-  A todos los Bushses de la política y de la vida.

5).- A los que no saltan con rabia cuando presencian injusticias.

6).- A los que callan cuando pueden evitar el mal al otro.

6 bis).- A los que hablan cuando pueden causarlo.

7).- A los que no ayudan pudiendo hacerlo aun poniendo en peligro su existencia.

8).- A los que se refugian en el túnel fácil del ¡no me había enterado!.

9).- …. en fin, a los que dejan pasar la oportunidad que les concede la vida,

de no seguir siendo, un auténtico cacho de carne con ojos.

    

1 comentario

Cristina -

Creo que ya disponemos de nuestra particular isla desierta tan ideal como describes con nuestra página, aunque en cierta manera no excluiría a la gente de la segunda lista, ya que sabiendo de la existencia de gente así, nos damos cuenta de que la vida está llena de “buenas personas” como tu y muchos amigos de la página.
Besos! Y felices fiestas!