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barbacana

Hola.

Hola.

A lo mejor suena, un poco, a reiterativo.

Pero, es tan grato, ¡cuando detectas la profundidad de los afectos!.

Sabes,  que las palabras y el cariño que encierran, están muy por encima de lo que hagas, de lo que escribas o de lo que seas.

Lees y vuelves a leer los suspiros de aliento fraternales de Pili, Carmina, …….. ……

 ……………………………………………………., Fernando y Daniel.

Sí, esos puntos suspensivos ordenados en una retahíla de perfumes imperecederos en las entramadas celdillas de mi corazón y de mi memoria.

Esos puntos suspensivos que recuerdan alineaciones de fútbol pero que en caso de algo parecido, sería, de cometas bailando alegres y libres en el cielo.

Tantos suspensivos que elido por no pasar la vergüenza de que se me escape una lágrima de reconocimiento al punteo en el teclado de cada una de las letras.

Y mira que me gusta nombrar uno por uno. Sí, porque a mí no me genera pudor alguno colocar los nombres de las personas que me quieren y a quienes quiero.

Cuestión de educación rural, donde nos acostumbramos desde niños a decir las cosas a la cara y si son cariños ¡más!.

 

Y te sientes con 8 años atravesando la plaza hasta el Casino a la búsqueda de tu abuelo, de sus palabras de arquitecto de principios, de sembrador de sueños y alegrías, de labrador de surcos rectilíneos como su vida y que quiere acelerar a al calorcillo emotivo en la cercanía de los últimos olores del café de Manolo, rodeado de todos aquellos mayores nuestros ¡tan nuestros! que incuestionablemente y sin nombrarlos, eran sin dudarlo, los abuelos vuestros.

 

Ahí y así de bien me siento cuando escribo.

Quizá, porque recuerdo, invento, giro, o retuerzo el tiempo hablando a la vez en el ayer del presente de ahora y del futuro de hoy…. o de entonces.

O al revés, ¡qué más da!.

Porque en ése tiempo fue feliz por tener a mi lado a las muchas personas que he reflejado en mis escritos y que me construyeron beso a beso, una base sólida en la que asentar mis cimientos.

Hoy, también estoy feliz.

Tal vez porque he comprobado que al mismo tiempo se gestaban en todas las mesas del Casino las mismas esperanzas de todos los abuelos ¡en todas!, porque en todas las casas se estaban afianzando los mismos cimientos con las mismas estructuras, que en todos los hogares ardían al mismo tiempo los mismos troncos de calor y de esperanzas, porque en todos los corazones bullían las mismas ansias o similares … porque todas las noches  ¡todos!, sí ¡todos nosotros!.......

 ……..soñábamos los mismos sueños.    

5 comentarios

Ma José -

¡Hola a todos....!
¡¡¡Esto ya vuelve a su cauce...!!¡¡Cuánto me alegra!!!
Porfi,quería decirte que ayer te mandé un mensaje o email.Lo envié a una dirección de correo que pusiste (¿puede ser el mes pasado o el anterior?, no lo recuerdo, solo sé que Casimiro también puso su dirección de correo y yo, me apunté las dos).Supongo qué no te habrá llegado, pero si me lo permites tú te diré la dirección a la que te lo envié, para que me digas, si es correcta.
No os sorprendais si no os contesto mucho.Anoche,si accedía al blog, no podía acceder a los comentarios¡A ver si "el médico" chequea este ordenador y me le quita de una vez ""este resfriado"que debe llevar encima y me hace todo más fluido.
Besicos con sabor apueblo

Pily E. -

Oído, cocina !!!
A ver si por pasarme de " graciosa", me vas a poner colorada.

Guuaaapoooo!!

Porfi -

...y si no te quieres oir piropos....
....pues no preguntes... ¡Guapa!.

Porfi -

Ése es un canalla en una época dificil y pícara.
Y lo único que sé de él es que te quiere con todo el alma.

Pily E. -

Oye, acaso ese joven de mirada lánguida, es James Dean ??.
Pido aclaración, es que veo menos que Pepe Leches.
Bon día.