El Cansancio
Llaman a la puerta,
las 21.45 horas. ¿Quién será a estas horas? Me asomo por la mirilla y con sorpresa abro la puerta con la cadena puesta, se escucha una voz
. Me he levantado muy pronto, a eso de las 6,30 horas, después de un rápido y ligero desayuno (un zumo de melocotón) corriendo al autobús de la empresa, una hora de viaje dormitando y el brusco despertar de la sirena de la empresa, primer aviso y de cabeza cambio de ropa y a la fábrica. Monotonía diaria, comida muy ligera, trabajo de tarde para aliviar la nómina y viaje de vuelta
. los cristales empañados impiden ver con nitidez los colores del paisaje
¡¡¡ que paisaje¡¡¡¡ farolas alineadas inertes, semáforos intermitentes e impertinentes, y el amasijo de coches abocinando las calles. ¡¡¡¡Mierda¡¡¡ se escapó el bus de la línea 37. Con la mochila al hombro, el caminar pausado y la mirada en el suelo, se pierde la mente,
, NO FUNCIONA, reza un cartel colgado en el ascensor ¡¡¡¡ que suerte¡¡¡¡ subo las escaleras y suena el timbre
..
Si pero . inquiero
El cansancio.
A María Jesús, de Alarcón a las 21,25horas con tarea todavía pendiente.
Si pero . inquiero
El cansancio.
A María Jesús, de Alarcón a las 21,25horas con tarea todavía pendiente.
3 comentarios
Avelina -
¿O es solo imaginación de la buena?
Porfi -
Supongo que para los ranchos te saldrás.
Un abrazo.
Pily E. -
Besicos para ti también.