Jamaica
Estuvimos hace unos años en Ocho Ríos, Jamaica es una isla, donde la
vegetación tiene toda la gama de verdes, mucha agua y árboles infinitos.
La visita obligada es a las cataratas del río Dunn, son una sucesión de
cascadas, en unos 180 mts del río, que desembocan en el mar.
Un nativo, te invita a subir río arriba, cogidos de la mano, los visitantes
nos introducimos en el agua, y vas salvando poco a poco las cascadas.
Ya en los primeros metros, estás empapado hasta los huesos, intentando
agarrarte a las pocas rugosidades de las piedras, piensas ¿dónde me he
metido?, pero miras hacia atrás y ya no hay retroceso.
Empieza a llover, y la corriente y el caudal aumentan.
El guía con agua a las rodillas, pero siempre con su paraguas multicolor
(existe una superstición sobre el agua de lluvia en la cabeza), te va
animando, y de pronto, sientes que nunca has estado en medio de tanta
belleza, aguas cristalinas, cayendo en una música interminable, junto al
ensordecedor canto de los pájaros, la orilla del río, bordeada por
orquídeas salvajes, hibiscos multicolores, plátanos, helechos, palmeras.
¡Que belleza!, si no fuera porque sientes que vas a morir ahogada allí
mismo, la fuerza del agua te empuja con furia, y los resbalones, caídas
y chapuzones son tan frecuentes, que empiezas a pensar ¡Ay Dios,
que lejos estoy de de casa!.
Afortunadamente siempre encuentras una mano, que te ayuda, y sigues.
Al fin, exhaustos pero felices llegamos a la salida.
Indescriptible, la belleza más salvaje en su estado más puro.
Pero claro ¡no repito!. Solo animo a los más jóvenes, yo, si tengo
próxima vez, lo veré desde las pasarelas de madera ¡Os lo aseguro!
2 comentarios
cruz -
Porfi -
al lugar que relatas con dulzura,
¡quisiera ser agua fresca de cascada!
o de tu pelo negro... ¡prisionero!.