Gracias, amigos.
Hoy, quiero agradecer a todos los que se han solidarizado con esta tierra por la desgracia que no termina.
Y quiero hacerlo desde la satisfacción íntima de que sino fuera porque estoy en ella, quizá no fuera tan sentida.
Al fin y al cabo las desgracias acaecen en los lugares del planeta con una meticulosidad cíclica que hace que estemos un poco acostumbrados a ellas.
A mí por lo menos me sucede. Cuando en algún lugar del mundo donde tengo un amigo, sucede algún desastre….como que mi amigo ha de estar pasándolo mal.
Y casi siempre es verdad.
Por eso agradezco a todos los que han manifestado su tristeza por ésta tierra y por sus gentes como si yo fuese canario y ésta isla fuese solamente mía.
Yo, que siempre presumo de no tener muchos compromisos en la vida.
Y en principio suena a despreocupación o falta de atención a los demás.
Pero desde luego que es todo lo contrario.
Es el tan manido vive y deja vivir.
Porque me refiero a los asuntos que no condicionan la vida de los otros.
La libertad que adquieres con la independencia de tu comportamiento, te lleva a hacer sólo lo que tú quieres.
Eso sí, siempre después de cumplir con los anhelos que te marca el tic-tac sentimental y traicionero de los asuntos de tu corazón.
Me gusta moverme a golpes de ésos principios que nos marcan desde que comienzas a no hacerte pis en la cama, a comer solo o a pasar los semáforos ¡cuando se pone verde! (como díce Daniel), o cuándo descubres que las palabras son: o sólo sonidos que se lleva el viento… o marcas indelebles que se forjan a fuego en el corazón, en el estómago y en el sentimiento.
Hoy, me ha sucedido con los comentarios de éstos amigos.
Unos en la página, otros privadamente.
Por eso, Carmina, Avelina, Pili, Cruz, Fernando y Jesús, os garantizo que en Septiembre, aunque tenga que buscaros, aunque tenga que revolver el pueblo, o la provincia o la tierra entera ¡me dá igual!, aunque tenga que rastrear por todos los moncayos o jalones que embellecen vuestro pueblo….. que también es el mío…..
…no me volveré a Canarias sin haber dado un abrazo a cada uno.
¡No quiero perderme ése gran honor!.
2 comentarios
Fernando -
A pesar de todo no perdamos la esperanza, la tierra volcánica creo que tiene condiciones especiales y facilitará que la vida vuelva a estas zonas devastadas. Eso sí a los culpables solo un castigo, el resto de sus vidas limpiando bosques y plantando nuevos árboles.
Avelina -
canario. Te fuiste un poco lejos, pero a una tierra
preciosa.