Éste no ¿eh?.... queste es el Antón.

Ésa escena es el final de Misión Imposible 6,5.

 

Aprietas a fondo el acelerador de un violento pisotón.

Como es lógico…¡te cargas al cerdo!.

Parais todos juntitos. Con cuidadito ¿eh?, que la cosa está complicada para los frenazos bruscos y hala a presentaros. Es decir, bomberos, pilotos del helicóptero y tú. ¡sobre todo tú ¿eh?. Al cerdo nada de protocolos.

Arreglais el mondongo del cochino (que le llamamos aquí).

Con el fuego que siempre arrastran los bomberos encendeis una pequeña pira para los calderos, donde hervirán  las morcillas, bolas, fardeles, chorizos, longanizas y costillas (procurando no pasarse mucho con el tiempo de cocción ¡que sino lo cagais!).

Podeis empezar comiendo los orejiles que están de rechupete y seguir con una o dos costillas puestas encima de las brasas.

Podeis acompañar todo con la bota de vino que siempre suelen llevar los bomberos “pa aguantá la caló”, no para apagar nada, pa eso ya está el agüita.

Como es lógico, después de despedirte ¡quedando pa otro accidente!... te trancas (que también decimos aquí) con un poquillo de disimulo los cuatro jamones ¿que serán como puertas, no? y los colocas en el coche. Tres, uno encima de otro en los asientos de la parte de atrás y uno en el maletero.

De éste del maletero no le digas nada a tu mujer al llegar a casa. Le díces ¡por ejemplo! Joder, pues…  que el cerdo era cojo,  para salir del paso.

Los descargas en el garaje y ¡hala!, echas una excusita de falta de tabaco y el que despistaste se lo llevas a la querida, que a ésa seguro que le hace como ¡más ilusión!.

10 comentarios

[Porfi - 09 de octubre de 2007 - 22:48]

Pocas personas tenían aquel humor y aquella alegría perpetua, pocas personas tan buenas, tan generosas, tan bravas.

[Carmina - 09 de octubre de 2007 - 22:13]

Todas tus historias ,las recuerdo con infinito cariño,y me alegra volverlas a leer.Mi madre y tu tía Ascensión eran vecinas y muy amigas,nos mandaba a su casa a por el asustador,llenaba un saco con piedras y pesaba un montón,me acuerdo verla reir con las bromas qué nos hacía.

[Porfi - 09 de octubre de 2007 - 22:11]

También habia una historia del reparto de las colaciones por las casas.
Se perdió... aunque si alguien la tuviese por ahí.
Qué lástima.
Bueno a lo mejor un día la reescribo.

[Pily E. - 09 de octubre de 2007 - 21:56]

Mi tío José Mª, que era muy bromista, me mandaba a por el asustador.
¿ Os mandaban también a vosotros a repartir, morcillas y bolas a las vecinas ?, y que propinicas nos daban !!.
!! Que años aquellos !!

[Porfi - 09 de octubre de 2007 - 21:41]

A mi, corazón, me mandaban en los mondongos del corral, sobre todo la tía Ascensión a buscar las avellans. ¡Y así les íba!.
¿Recuerdas la historia?....
Otro día la repongo.
Un beso con sabor ... a cariño imperecedero.

[Carmina - 09 de octubre de 2007 - 21:23]

Porfi: ¿te han mandado alguna vez a por el asustador de las morcillas?ya contarás....
besicos con sabor a mondongo.

[Porfi - 09 de octubre de 2007 - 20:35]

¿Y lo que daría yo, por estar frente a ésas recordadas viandas, con los tres, entre abrazos y sonrisas....?

[Avelina - 09 de octubre de 2007 - 20:27]

¿Morcillas, bolas, fardeles? Por que nombras esas delicias, si
no las podemos catar, ¡ay maño!, calentitas recién sacadas del
caldero, se me hace la boca agua.

[Casimiro - 09 de octubre de 2007 - 20:15]

Porfi:
¿Las queridas comen jamón?.
Yo creia, que se les regalaban joyas....tendré que aclarar....me las ideas.

[Pily E. - 09 de octubre de 2007 - 17:27]

Porfi, metete a guionista, que con esa imaginación, tienes el éxito asegurado.
Besos.