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barbacana

Mi minuto de gloria.

¡Hoy, he hablado con un ángel!.

Llamé al Cielo y por ello no me debía extrañar lo más mínimo, pero es que hablar con un ángel no se hace, así como así, todos los días ¿no?.

Que dulzura en el trato, que delicadeza en las opiniones, ¡que voz, tan reparadora!.

¿Alguien da más?....

¿Alguien puede hacer una cosa así sin sentirse colmado de ilusiones?.

Yo no, desde luego que no.

Yo he descubierto que la ternura se puede aspirar por los oídos, que la amistad se transmite hasta en las opiniones más intranscendentes, que los vocablos más habituales pueden llegar a ser músicas celestiales, que el corazón puede cruzar el océano a través de los hilos y darle un beso a otro corazón que te esperaba cariñoso.

¿Retornará a tu pecho sin tristeza?....

Imposible, ¡ésos besos te marcan para siempre!. 

¡Jolín!, hoy he tocado nuevamente el Cielo con la puntita de mis dedos.

3 comentarios

Daniel Redondo Rojas -

Ya se te podría ver el "detallito", y facilitarnos el numerito de marras, ¡con lo escasos de ángeles que vamos, y te lo vas a guardar para tí sólo!.
No es justo hermano, no es justo.

Porfi -

Daría lo que tengo por tener más oportunidades.
Haré lo que esté en mi mano por conservar ése privilegio.
Lucharé contra mi memoria para no extraviar ése bendito número.

Pero, perdona ¿tú no estarás intentando sonsacarme , no?.
Porque vas lista. Ahorita mismito lo voy a desvelar...
Yo cuento casi todo, pero éstas cosas quedan para mí solito.
Éstas cosas son el patrimonio interior, tu sangre, el mejor de tus tesoros, lo único incuantificable, el secreto de los sueños, la pureza de los sentimientos, los hijos que no has tenido.

Pily E. -

! pués no me quiero ni imaginar, lo que te habrá costado la conferencia !
Porque el cielo está muy lejos ¿ no ?.
Ahora, que para hablar con un ángel, merece la pena ( supongo ).
Besos.