ME GUSTA MI PUEBLO
Me gusta mi pueblo aunque paradójicamente apenas lo conozco por mi misma. Fueron mis padres los que me transmitieron sentimientos de afectividad hacia Calatorao y sus habitantes porque para ellos era como su propio pueblo.
Se llamaban Manuel y Antonia, a principios de los años cincuenta llegaron ahí recién casados y su amor se tradujo en un doble fruto: Manuel y Mercedes, sus dos hijos, ambos nacimos en lo que hoy es la Casa de la Cultura y el escenario de nuestros primeros juegos fueron sus pasillos, su patio,... La Fuente de las Escalericas era toda una tentación y acompañar a nuestra madre al lavadero, la continuidad del juego.
Las aguas bautismales las recibimos también ahí. Mosen Miguel, amigo de la familia, derramó las aguas sobre mi hermano y D. Ricardo hizo lo propio sobre mi cabeza. Testigo de ello fue el Santo Cristo, cuya compañía no nos ha abandonado y por ello los dos calatorenses hemos acudido a presentarle a nuestras hijas respectivas.
Aunque no cabe duda que, para las personas, todo el proceso de ser y sentirse de un lugar suele estar ligado a una experiencia viltal mucho más intensa que la que me relaciona con Calatorao, lo cierto es que gracias a mis padres, y a todos y cada uno de los amigos que allí dejaron, cuya amistad mantuvieron a lo largo de su vida, siempre he sabido que pertenezco a un pueblo de gentes nobles y luchadoras que, además, mantiene vivo un patrimonio cultural y natural de notable valor. Por todo ello, mi agradecimiento más sincero.
Mercedes Millán Escriche
6 comentarios
Fernando -
Mercedes -
Carmina, efectivamente tu familia era una de las muy queridas por mis padres. Me alegra que sea recíproco.
Fernando, tienes razón respecto a que muchas veces se toma conciencia de lo que somos y valemos a partir de la observación de otros con mayor perspectiva. Por eso, las políticas de desarrollo rural procuran crear células de animación que saquen a los autóctonos de la situación de apatía e inmovilidad en la que se sumen cuando no ven buenas perspectivas de futuro.
Afortunadamente, creo que no es el caso de Calatorao y manteneis el dinamismo.
Fernando -
Rosa Pili -
Carmina -
Mi padre se llamaba Santiago
y muchisímas veces nombraba al tuyo ,le decía Manolo Millán,mis abuelos Manuel y Ángela vivian en Calatoradico
y tus padres tenían buena relación con ellos,mi padre hablaba de ellos con mucho cariño considerándolos de la familia.
Si vienes a Calatorao me gustaría verte ,en la plaza Constitución Nº 15 tienes tu casa.Besicos.
Barbacana -