Una noche entre cisnes.
Surgen fabulosos caballos blancos
y lamen la escarcha del sueño
Bukowski
Una presentación equilibrada, moderada, honesta,
mejor que otras.
Un literario acompañante de excepción.
Un anfitrión que estuvo en su sitio
y nos amenizó con una lista de sinónimos de bar,
que un espontáneo completó.
De repente, un torrente de figuras nos inunda,
cada uno se agarra donde puede,
a la barra, a la copa, a la mesa o al acompañante,
poderosas metáforas con musicalidad oculta
bajo el manto de la noche,
que dos palomas ateridas
con sus picos arrastran sobre el caudaloso río,
fantásticas imágenes inmaterialmente concatenadas
adquieren apariencia formal
en el mundo de la experiencia sensorial
a través del poeta chamán,
líricas verdades y promiscuas beldades,
un internacional autobús parisino con vida propia,
una órbita pronunciada y estamos en el metro
donde viaja una diosa underground
con las dos aves cansadas en su regazo,
su traqueteo se confunde con el de un tren de madera
que nos transporta a un pasado de posguerra,
y un espejo escrutante nos mira interrogante,
entre tanto meneo calcáreas canas retozan,
se producen perfectas cópulas
con la persona idealmente amada y su olor de piel a mar,
como si de la última noche terrenal se tratara,
más bebida, unas copas,
otra melodía y contrapunto de coplas,
una educada espontánea logra arrancar un bis,
otro casi igual diferente torrente,
velada capicúa,
no sé dónde he dejado la entrada.
3 comentarios
Manolo -
Coscoroba ni eres un cisne, ni eres un pato, eres una brisa tranquila que se acerca despacio al remanso de mi tasca.
Comenzar un comentario con unos versos de Bukowski es esperar la belleza que surge del dolor, como su poesía surgió despues de sufrir una enfermedad.
Da gusto invertir un poquito de tiempo para Luces tan claras como vosotros.
Mis respetos Coscoroba
Fernando -
Muy bien y muchas gracias por la parte que me toca.
Anónimo -