Antonio Longares "Barberico"
Antonio Longares “Barberico” como lo llamaban sus mejores amigos y conocidos, descansa ya en el cementerio de Alfamén, su pueblo. Apenas han pasado 48 horas desde que compartió con sus amigos los últimos momentos de su vida, unos instantes de felicidad a la espera de las fiestas de San Roque. Un fatal y desgraciado accidente que se lleva la vida de una persona en la plenitud de su vida.
Esta tarde sus amigos y familiares le han llevado a hombros desde el tanatorio a la Iglesia Parroquial donde se ha celebrado el funeral. Gran cantidad de conocidos y amigos llegados de todos los puntos de las comarcas de Cariñena y Valdejalón se han unido a su familia y a la de su compañera, que con el pueblo de Alfamén formaban un todo en torno a su persona. Un profundo silencio y un inmenso dolor se han adueñado esta tarde de Alfamén, ojos llorosos, otros ocultos tras gafas oscuras, rostros desencajados, abrazos sentidos y muchas caras que no podían disimular el sentimiento de impotencia y de frustración que ha supuesto la muerte de Antonio.
Antonio, “el barberico” en su corta vida ha dejado un reguero amistad y compañerismo. Sus mayores aficiones, el futbol y las vacas, le llevaron a recorrer todos los pueblos de las comarcas limítrofes con Alfamén. Su carácter extrovertido facilitaba la relación personal y ello provocaba que por donde pasaba siempre encontraba un amigo. Por eso hoy, tantos y tantos jóvenes han vaciado sus pueblos para acompañarle en el último adiós y compartir con su familia el profundo dolor que supone su perdida.
Descanse en paz.
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