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barbacana

El partido (3ª parte)

El quiebro de mi cuello en el aire fue como una sacudida de voltajes imposibles.

El balón rozó en mi frente como un aleteo de mariposas enamoradas.

Partió dichoso, como bailando un tango porteño en alturas infinitas.

Entró como una sirena dorada en el agujero misterioso de su gruta marina.

¡¡¡GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL!!!

 

En fin, para entendernos, le arreé tal cabezazo que se metió en la portería por el mismo ángulo de los dos palos amarillos.

Cuando descendí al suelo y a la realidad, ya estaba montada la fiesta, ¡ya no pude escapar!.

Todos los abrazos, los requiebros, los besos, los manteos a manos sedosas que no había recibido con el primero me fueron paulatinamente acariciando hasta que me ví llevado en volandas a los vestuarios, que a mí desde entonces me hace gracia el nombrecito porque con el pudor que me embargaba me hubiese parecido más prudente que le llamasen “desnudario”.

Canciones de guerra y de rumbas, pequeños giros de baile flamenco que semejaban una caseta de la Feria de Abril, alirones feministas que atacaban a los posibles auditores machistas, promesas de convertirme en el Dios de sus rezos matutinos, ofertas de ponerme piso con chacha en el Paseo de la Independencia, más abrazos y mas besos y más risas que parecían no terminar nunca hasta que alguien me comentó:

¿Porfi y tú no te duchas?. ¡Porque te vas a enfriar!.

¿Enfriarme yo?, jamás lo he estado.

 

Pasaron los minutos y allí el único que quedaba sin pasar por el tálamo del agua era yo.

Cuando me decidí a acercarme a la pequeña ducha, que a plena vista y sin cortina protectora ocupaba el ángulo izquierdo de la caseta donde ya apenas quedaba un pequeño chorrito de líquido elemento que caía parsimonioso sobre el hueco gris de la losa de cemento haciendo un ligero ruidito como un cosquilleo incipiente por la espalda.

¿No te irás a duchar con calzoncillos, verdad?.

Pues sí, lo suelo hacer así, para de paso que se laven un poco ¿no?.

El portero se acercó y me dijo sonriendo ¡Haz lo que quieras “pudorooooso”, porque seguro que estás más sexy con ellos que sin él!.

El cachondeo se apoderó de la caseta mientras yo sonreia entre dientes y aprovechaba con decoro la poca agua que debía quedar en el bidón del tejado.

Entonces Gregorio, ya vestido, increpó la juerga con aquellas palabras contundentes que lo son más por el tono que se emplea que por la persona que las díce:

Si seguís diciendo tonterías, ¿creéis que Porfi va a venir a algún partido más?.

Hubo uno de ésos silencios que se pueden separar con una cuchara, y cuando los pequeños carraspeos empezaron a apoderarse del ambiente todos los presentes se disculparon con más o menos fortuna, ya que si bien hubo los más que decían ¡lo siento! también alguno que me recordaba ¡no sabes lo que te pierdes, lagartón!.

 

Bajamos al centro de Zaragoza en un descapotable dos plazas de uno de ellos, yo ya ocupando el sitio preferente del copiloto y Gregorio y Jóse Francisco, tapados con su abrigo y como enlatados en el pequeño receptáculo que ésos coches tienen para dar una vuelta a los perros o para las imprescindibles raquetas de tenis o palos de golf.

 

Les mentí, alegando que tenía que hacer alguna compra para no ir con ellos hasta la puerta de la Pensión con aquella pinta de pandilla en juerga encabritada, y cuando me despidieron en la Plaza de España, me dijeron que aquella noche “tenía obligatoriamente”que acompañarlos a la celebración de la victoria en el Goyo´s, que había merendola y barra libre y que el no ir sería para ellos como darles una bofetada en la boca.

 

¿Iría, o no iría?, como el Sakespeare y para cagarla con un verbo también irregular.

¿Iria?...pues no me apetecía, pero siempre me ha gustado el morbillo de las cosas rarotas.

¿No iría?...sería lo mejor, estaba allí para estudiar ¿no?.

¿Pros y contras?. Eso son mamarrachadas de gente desocupada y filósofos trasnochados.

Se va o no se vá, ésa es siempre la única cuestión.

¿Pesar en contra?, casi nada.

¿Y a favor?...pues tampoco, pero a mí nunca se me hubiese ocurrido dar una bofetada a una mujer ¡jamás! ¡y menos en la boca! , y sobretodo ¡si había tantas!.

 

CONTINUARÁ…  (y tendrá que terminar de una vez.... ¿no?)

 

7 comentarios

Porfi -

A vosotras no solo la camisa, ¡hasta la comida de la boca!.

Pero Avelina, recuerda, a pirata.....el Barbarroja "pa ponerme la merienda".

Avelina -

¡no serás capaz!

Porfi -

¡Mis cuatro REINAS!.

Mis niñas queridas, mis amigas del alma, lo que más quiero.

Pero hoy os vais a quedar con la duda.
¡Sufrir y esperar el final con impaciencia!.

Que con lo consentido que me teneis con vuestros piropos, para prolongarlo lo mismo no lo termino hasta el 1 de Junio...¡cuando acabe la turné!.

CARMINA -

¿No habiá una cantineritrica qué te dío mucho gustritico?

Avelina -

Podrías hacer capítulos por entregas de esos dos meses de "libertad"
en Zaragoza, estoy segura.

cruz -

Me tiene intrigada lo que pasó en el Goyo's, no serías tan mojigato de perderte esa fiesta ...no?

Pily E. -

!!Venga, venga,que esto se anima!!
Una duda me corroe, hubo tema, o no hubo tema??