capitulo 2
El 11 de diciembre me quedé en el desembarco de las familias en las casas baratas, el nuevo barrio que llenó de nuevas historia la carretera de La Almunia y alimentó otras experiencias y relaciones humanas. Coincidiendo en el tiempo se inició un nuevo desarrollo urbanístico de nuestro pueblo, se planificó una nueva fase de viviendas desde las Casas Baratas hasta la actual plaza de la Diputación, desde la carretera a la calle Ronda.
Era invierno, hacia mucho frío y la empresa Blas y Delgado de Morata con sus potentes palas y camiones empezó la tarea de allanar el suelo. Fue así como empezamos a perder una parte importante de nuestro paisaje, desapareció la casa de la huerta de Dito donde vivía la familia Cabeza que ya nombré anteriormente. Se fue para siempre una imagen que guardo en mi memoria y no se por qué me llamó especialmente la atención, un pozo de agua cubierto con una cúpula y un ventano por donde con un pozal se sacaba agua y junto al pozo un matojo enorme de margaritas amarillas que entonces me parecían altísimas. Con el tiempo comprendí que más que grandes era yo quien por mi pequeñez las engrandecía. Se fueron los árboles frutales que facilitaban nuestras mangüelas y un poco desapareció el espiritu rural que mantenía esa parte del pueblo. En un santiamén desaparecieron rasas de riego, ribazos y cultivos, apareciendo un inmenso solar donde estacas y rayas de yeso dibujaron las calles y solares donde se construirían las viviendas. Del seguimiento y la evolución de las obras se daba buena cuenta en la carretería del señor Clemente Sancho, una carpintería que se ubicaba en lo que hoy es el pub Florida. Centro de reunión y encuentro de los agricultores en días de frío o de fiesta, también de mayores jubilados, que de todo había y de otros que al paso entraban a la carpintería a echar un trago de agua fresca del botijo que siempre estaba lleno en la bodega. Emilio, Paco, Cesar y Pedro (los carreteros) formaban el grupo de mayores del Barrio Nuevo. Pedro por ser el más joven fue el más próximo,(¿te acuerdas Porfí de su contundencia defensiva?) los demás ya habían salido de Calatorao en busca de un trabajo que aquí no había.
El Barrio Nuevo era un bullicio permanente, no en vano tenía cierta actividad económica y comercial. La familia Herrero Ramos vendía verduras que cultivaban en la huerta de la Concha , estaba el taller agrícola del señor Luís Dito y su hijo,(que bien aguzaban los barrones de labranza y que rejas de ventana artesanas realizaban), la agrupación de panaderos y la panadería de los tíos de Benito el panadero, el Bar Pacifico (actual Puzzle), la bodega de Garrido, la bodega de Martínez( entonces la familia Maestro-Martínez encerraba allí su cosecha para hacer vino y siempre nos acercábamos a probar un racimo de uvas), en muchas casas había vacas y se vendía leche todas las tardes. Por entonces todavía se conservaba el servicio de aguador que realizaba el marido de la señora Serafina, Juan Manuel Gerez (el quintana), todavía no había llegado el agua corriente a las casas y junto al famoso "Barbas" Antonio Moreno, llenaban las tinajas de agua de casi todo el pueblo. Al final del Barrio Nuevo Hortensia tenía un taller de costura que era una actividad que en aquellas épocas se desarrollaba en muchas casas por que no se había entrado en los sistemas actuales de fabricación de ropa. Ya donde terminaba el Barrio Nuevo en la confluencia con la calle el Hospital la Piñuela era centro de juegos de curiosidades y de algún chapuzón. También servía para comprobar el fundamento agrícola y ganadero de nuestro pueblo. Se podían ver a diario las enormes vacas de Paco el arriero que bajaban desde la plaza de los toros a beber agua, así como otros ganaderos de ovejas que la utilizaban al paso de cabañera para quitar la sed de sus animales. También servía como lavadero, al no tener agua corriente los domicilios no pocas mujeres salían a la piñuela a fregar los platos o se bajaban a la acequia que cruzaba la carretera a la altura de la calle que hoy baja al taller de José A. Crespo. Si mi memoria no falla, esta era la actividad de esta querida para mí calle del Barrio Nuevo. Como mientras tanto las obras ya han avanzado, lo contaré en la próxima entrega. Perdón por la extensión.
Era invierno, hacia mucho frío y la empresa Blas y Delgado de Morata con sus potentes palas y camiones empezó la tarea de allanar el suelo. Fue así como empezamos a perder una parte importante de nuestro paisaje, desapareció la casa de la huerta de Dito donde vivía la familia Cabeza que ya nombré anteriormente. Se fue para siempre una imagen que guardo en mi memoria y no se por qué me llamó especialmente la atención, un pozo de agua cubierto con una cúpula y un ventano por donde con un pozal se sacaba agua y junto al pozo un matojo enorme de margaritas amarillas que entonces me parecían altísimas. Con el tiempo comprendí que más que grandes era yo quien por mi pequeñez las engrandecía. Se fueron los árboles frutales que facilitaban nuestras mangüelas y un poco desapareció el espiritu rural que mantenía esa parte del pueblo. En un santiamén desaparecieron rasas de riego, ribazos y cultivos, apareciendo un inmenso solar donde estacas y rayas de yeso dibujaron las calles y solares donde se construirían las viviendas. Del seguimiento y la evolución de las obras se daba buena cuenta en la carretería del señor Clemente Sancho, una carpintería que se ubicaba en lo que hoy es el pub Florida. Centro de reunión y encuentro de los agricultores en días de frío o de fiesta, también de mayores jubilados, que de todo había y de otros que al paso entraban a la carpintería a echar un trago de agua fresca del botijo que siempre estaba lleno en la bodega. Emilio, Paco, Cesar y Pedro (los carreteros) formaban el grupo de mayores del Barrio Nuevo. Pedro por ser el más joven fue el más próximo,(¿te acuerdas Porfí de su contundencia defensiva?) los demás ya habían salido de Calatorao en busca de un trabajo que aquí no había.
El Barrio Nuevo era un bullicio permanente, no en vano tenía cierta actividad económica y comercial. La familia Herrero Ramos vendía verduras que cultivaban en la huerta de la Concha , estaba el taller agrícola del señor Luís Dito y su hijo,(que bien aguzaban los barrones de labranza y que rejas de ventana artesanas realizaban), la agrupación de panaderos y la panadería de los tíos de Benito el panadero, el Bar Pacifico (actual Puzzle), la bodega de Garrido, la bodega de Martínez( entonces la familia Maestro-Martínez encerraba allí su cosecha para hacer vino y siempre nos acercábamos a probar un racimo de uvas), en muchas casas había vacas y se vendía leche todas las tardes. Por entonces todavía se conservaba el servicio de aguador que realizaba el marido de la señora Serafina, Juan Manuel Gerez (el quintana), todavía no había llegado el agua corriente a las casas y junto al famoso "Barbas" Antonio Moreno, llenaban las tinajas de agua de casi todo el pueblo. Al final del Barrio Nuevo Hortensia tenía un taller de costura que era una actividad que en aquellas épocas se desarrollaba en muchas casas por que no se había entrado en los sistemas actuales de fabricación de ropa. Ya donde terminaba el Barrio Nuevo en la confluencia con la calle el Hospital la Piñuela era centro de juegos de curiosidades y de algún chapuzón. También servía para comprobar el fundamento agrícola y ganadero de nuestro pueblo. Se podían ver a diario las enormes vacas de Paco el arriero que bajaban desde la plaza de los toros a beber agua, así como otros ganaderos de ovejas que la utilizaban al paso de cabañera para quitar la sed de sus animales. También servía como lavadero, al no tener agua corriente los domicilios no pocas mujeres salían a la piñuela a fregar los platos o se bajaban a la acequia que cruzaba la carretera a la altura de la calle que hoy baja al taller de José A. Crespo. Si mi memoria no falla, esta era la actividad de esta querida para mí calle del Barrio Nuevo. Como mientras tanto las obras ya han avanzado, lo contaré en la próxima entrega. Perdón por la extensión.
7 comentarios
Fernando -
Uno/a de Calatorao -
Carmina -
Alarisx2 -
!!!viva la superpandi!!!
Me gusta ser anonimo -
Reyes -
Un saludo
Ma José -
En primer lugar decirte que antes me he quedado un poco descolocada con ese escrito de Fernando/a.Digo:¡¡¡¡No puede ser.....!!¡¡¡¿a estas alturas de la pelicula,vamos a entrar en estas dudas...?!! pero al momento ¡¡¡He respirado!!!
Algo de lo que has escrito hoy,lo leí en otra ocasión.Hay personas a las que no recuerdo haber conocido.Pero me has hecho revivir con esas descrpcciones de la calle del barrio nuevo y de las casas baratas,¡¡un montón de recuerdos y de correrías por esos lugares...!!que por un ratillo he vuelto a los siete años y poco.¡Como ha cambiado todo ¿eh?¡¡.
Besicos