AMOR
Nunca le negó una caricia.
Peinaba su pelo
canoso cada día.
Se acostumbró a su olor
de enfermedad y medicina,
pasando largas horas en el parque,
en la playa, en el monte,
siempre había un sitio para él.
No importaba adonde fuese el viaje,
el camino lo hacían juntos.
A veces gruñía, a veces se mostró
huraño, rebelde , taciturno ...
nada le importó.
Ni recoger su mierda,
ni pasar sueño,
ni mojarse o fatigarse,
nada le importó.
Un día le mordió la mano
y lo llevó a la perrera.
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Capitán Garfio -